“Podrán cortar todas las flores pero nunca detendrán la primavera”
Es una frase famosa de Pablo Neruda cuyo significado hoy te toca de cerca y siempre nos llena de esperanza.
La primavera llega en las buenas personas, todos sabemos por dentro lo que está bien y lo que está mal, no importa cuando sale afuera, lo importante es que salga y lo esperanzador de esto es que todos somos esencialmente buenos y por lo tanto podemos tener una primavera.
Tomar conciencia de la realidad social del país produce angustia, nos pone en un lugar que nunca habíamos visitado y desde donde todo se ve distinto, nos preguntamos acerca de nuestra actitud ante esta realidad y de la actitud de nuestro entorno, descubrimos que algunas distancias se han agrandado y otra se acortan. Tomar conciencia es pararse como ser social en el mundo, es la primer revolución necesaria para un cambio mayor, es sacarse la venda de los ojos, es encontrar una razón, una causa. Si todos los seres humanos pasaran por lo que estas pasando, el mundo sería otro. El otro día nos dijiste que no querías sentirte mal, que no te gustaba esta situación, que te producía angustia. Es el pequeño sacrificio que tenemos que hacer para cambiar las cosas desde nuestro lugar chiquitito. Las causas justas, así como el arte hay que sentirlo, están dentro nuestro y un día algo lo dispara y podemos expresarlo, no es necesario ser político, intelectual o estudioso para manifestarlo. Simplemente es ser sensible ante la injusticia aunque a veces el resultado sea sentirse angustiado o un pensamiento triste.
Claudia, quizás no le des la importancia social que tu cambio tiene, y a los que ves del otro lado no son necesariamente malos, pensá que tal vez no haya llegado su tiempo o no tienen un amigo o alguien que le muestre el otro lado para poder elegir.
Por nuestra parte y como sabemos que te importamos, tenés que saber lo bueno que es redescubrir, a nuestro lado a la amiga sensible y buena que sos. Y si te sirve de consuelo, cada vez que te sientas mal por estas cosas o que algo te movilice pensá que muchos estan viendo en ello una virtud.
Claudio y Adriana
28/9/2010
En la punta del amor viaja el amigo. En la punta mas aguda que hay que ver. Esa punta que lo mismo cava, en tierra, en las ruinas o en un rasgo de mujer. El que tenga una canción tendrá tormenta. El que tenga companía, soledad. El que siga el buen camino tendrá sillas. Peligrosas que lo enviten a parar. Pero vale la canción buena tormenta. Y la companía vale soledad. Siempre vale la agonía de la prisa. Aunque se llene de sillas la verdad. Silvio Rodriguez (partes de Historia de las sillas)
miércoles, 29 de septiembre de 2010
lunes, 13 de septiembre de 2010
Macri y el terror a los jovenes
Quedo de manifiesto, la posición cobarde del jefe de gobierno de la ciudad.
Ayer en el programa de Víctor Hugo Morales expreso su negativa a recibir a los jóvenes que están protagonizando la toma de 22 colegios de la capital de la república. Quizás no tendría que llamarnos la atención, ya que no fue más que dejar fluir su pensamiento y concepción de derecha.
Ahora bien, yo entiendo y acepto que exista gente como Macri y con estos principios, lo que no acepto es la cobardía. No deja de sorprenderme el terror que le producen los jóvenes. La parálisis que les ocasiona la movilización y el miedo al cambio, a lo nuevo, el rechazo sistemático a lo distinto.
A Macri les pasa lo que nos pasa a los padres cuando nuestro hijo adolescente se nos planta firme argumentando su verdad y nos deja sin respuestas.
A los buenos padres, al principio nos shokea, pero luego vamos a la habitación de nuestro rebelde y nos sentamos a charlar o en todo caso a discutir nuestras posiciones, y a pedir disculpas si hiciera falta, jamás los buenos padres le niegan a sus hijos una charla donde intercambiar argumentos, gritos o puteadas. Los buenos padres somos eso, parte de los buenos y nuestros hijos son de buena madera.
Y serán adultos que nos dirigirán y quizás tengan la posibilidad de darnos un 82 % móvil de jubilación, un país sin traidores y torturadores sueltos, con plena ocupación, educado en colegios públicos, sano y por consiguiente seguro.
Solo los buenos pueden hacer esto. Solo estos jóvenes provocadores dispuestos al cambio y sus viejos dispuestos a escuchar y a acompañar son capaces de cambiar la sociedad en que vivimos, jamás un cobarde como Macri que se esconde en un palacio comunal y re huye el combate.
La derecha siempre fue así, nunca dio la cara, tortura y mata por las noches y de día usa la “ley” a través de sus abogados, utilizan las armas del sistema para ocultarse y ocultar sus intenciones y nos comunica que eso está bien. Siempre vio en los jóvenes, lo informal, el pelo largo y la protesta al enemigo. Sabe que son los jóvenes los únicos que pueden cambiar realmente las cosas y es por eso que les teme.
Que bueno que hoy la derecha quede desenmascarada, que bueno que puedas elegirla, que bueno que puedas decidir, que bueno que los jóvenes participen en política, que bueno que nos recuerden lo que alguna vez soñamos, que bueno descubrir que el sueño está vivo.
Tus hijos están esperando una respuesta, la correcta, no la que te conviene a vos.
Nuestros hijos están esperando buenos padres. ¿Estaremos a la altura de las circunstancias?
Hoy a la noche, golpea la puerta de su habitación, decile despacito al oído cuanto lo necesitas para seguir viviendo, decile que estás orgulloso y que puede contar con vos, que lo bancas y vas a ver en tu hijo, en su tatuaje, en el arito o el piercing, en sus zapatillas sucias al padre de un futuro mejor.
Hoy a la noche sentite bien por vos y senti pena por Macri, ya que con todo el poder que tiene, no puede hacer algo tan simple.
Ayer en el programa de Víctor Hugo Morales expreso su negativa a recibir a los jóvenes que están protagonizando la toma de 22 colegios de la capital de la república. Quizás no tendría que llamarnos la atención, ya que no fue más que dejar fluir su pensamiento y concepción de derecha.
Ahora bien, yo entiendo y acepto que exista gente como Macri y con estos principios, lo que no acepto es la cobardía. No deja de sorprenderme el terror que le producen los jóvenes. La parálisis que les ocasiona la movilización y el miedo al cambio, a lo nuevo, el rechazo sistemático a lo distinto.
A Macri les pasa lo que nos pasa a los padres cuando nuestro hijo adolescente se nos planta firme argumentando su verdad y nos deja sin respuestas.
A los buenos padres, al principio nos shokea, pero luego vamos a la habitación de nuestro rebelde y nos sentamos a charlar o en todo caso a discutir nuestras posiciones, y a pedir disculpas si hiciera falta, jamás los buenos padres le niegan a sus hijos una charla donde intercambiar argumentos, gritos o puteadas. Los buenos padres somos eso, parte de los buenos y nuestros hijos son de buena madera.
Y serán adultos que nos dirigirán y quizás tengan la posibilidad de darnos un 82 % móvil de jubilación, un país sin traidores y torturadores sueltos, con plena ocupación, educado en colegios públicos, sano y por consiguiente seguro.
Solo los buenos pueden hacer esto. Solo estos jóvenes provocadores dispuestos al cambio y sus viejos dispuestos a escuchar y a acompañar son capaces de cambiar la sociedad en que vivimos, jamás un cobarde como Macri que se esconde en un palacio comunal y re huye el combate.
La derecha siempre fue así, nunca dio la cara, tortura y mata por las noches y de día usa la “ley” a través de sus abogados, utilizan las armas del sistema para ocultarse y ocultar sus intenciones y nos comunica que eso está bien. Siempre vio en los jóvenes, lo informal, el pelo largo y la protesta al enemigo. Sabe que son los jóvenes los únicos que pueden cambiar realmente las cosas y es por eso que les teme.
Que bueno que hoy la derecha quede desenmascarada, que bueno que puedas elegirla, que bueno que puedas decidir, que bueno que los jóvenes participen en política, que bueno que nos recuerden lo que alguna vez soñamos, que bueno descubrir que el sueño está vivo.
Tus hijos están esperando una respuesta, la correcta, no la que te conviene a vos.
Nuestros hijos están esperando buenos padres. ¿Estaremos a la altura de las circunstancias?
Hoy a la noche, golpea la puerta de su habitación, decile despacito al oído cuanto lo necesitas para seguir viviendo, decile que estás orgulloso y que puede contar con vos, que lo bancas y vas a ver en tu hijo, en su tatuaje, en el arito o el piercing, en sus zapatillas sucias al padre de un futuro mejor.
Hoy a la noche sentite bien por vos y senti pena por Macri, ya que con todo el poder que tiene, no puede hacer algo tan simple.
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