Las recuerdo como días hermosos donde se juntaba toda la familia alrededor de la mesa de nuestra casa, la del hermano mayor. Juegos y corridas con los primos, arbolitos de navidad que caían tirados por el viento que entraba por la puerta siempre abierta, mujeres comunes vestidas elegantes para la ocasión, charlas por todos los rincones de tíos, hermanos y amigos, regalos, comidas exquisitas, ruido a cohetes, olor a pólvora. Alegres días.
También recuerdo, fiestas tristes donde todo lo que había no estaba más. Recuerdo una en particular, recuerdo la tristeza de mi madre cuando solos, compartimos lo único que había para comer, un tomate relleno. Recuerdo su rostro ojeroso, desesperado. La vi llorar sin que me viera. Pobre vieja, pobre los dos. Llegaron las 12 y sin pedirle permiso, ella solita me dijo: anda con tus amigos un rato a la esquina. Pobre vieja, necesitaba estar sola, seguramente llorar hasta desahogarse, putear en voz alta sin público. Me fui. Cuando en la esquina cada uno comento lo que habían comido yo conté mi cena. Un idiota se rió y le partí la boca de una trompada. Yo sabía que éramos pobres, pero no que ese día, éramos los más pobres de todos. Sentí vergüenza y quise salir corriendo, estalle en llanto. Mi primo Miguel que había presenciado todo, puso su brazo sobre mi hombro y me fue llevando despacito para su casa, llegamos, y sin decir nada me convido pan dulce. Que gesto tan humano.
En un país donde la variable de ajuste siempre son los más débiles, te pueden tocar fiestas alegres o tristes. Pero a no preocuparse, porque viéndolo a la distancia, lo que realmente define las fiestas no es lo que hay sobre la mesa, sino tener con quien compartirlo y esto lleva mucho esfuerzo de dar y recibir pero es gratis.
Estas fiestas pueden ser tristes o alegres, no sé que te toco este año. Da gracias a quien mas quieras si te toco pasar un momento feliz. Pero si te toco de la otra, pensá que es solo un momento, la vida siempre da revancha y ya va a pasar. Eso sí, si estas con niños, hace un esfuerzo para que no vuelva a ocurrir, ellos no entienden de culpas y causalidades, ellos no pueden construir un pensamiento que justifique la situación y les dé calma, ellos van a estar plenamente tristes o plenamente alegres y ver a un niño inocente triste en un día en que todos festejan es sin duda la imagen más terrible de este mundo.
Adri, Aldy, Lara, Amigos, Familia, los quiero, y hoy me siento pleno, quiero que lo sepan porque uds. son la causa de mi estado. Gracias.
Besos a todos.
Claudio