Soy un luchador, vos dijiste un guerrero.
Vos son una luchadora, yo te digo una guerrera.
Estos tipos de seres no piensan, ni analizan tanto las fuerzas de la naturaleza, ni son consientes permanentemente de la tendencia al equilibrio que tienen.
Son los que sienten y hacen más de lo que piensan, son los que caen primero, son los que levantan las banderas, los que gritan su bronca, denuncian las injusticias, las desigualdades, los desequilibrios.
Quizás, como nos dijeron los que sí escuchaban esa noche, teníamos un problema de lenguaje, y estábamos diciendo lo mismo con otras palabras.
Adoro los momentos en que otro moviliza mis pensamientos y sensaciones, porque confirma lo que venía pensando o lo modifica. Y creo que son los guerreros los que por lo general lo hacen.
Cuando digo lucha estoy diciendo fuerza positiva
Cuando digo armas son herramientas
Cuando digo contrarios digo complementarios
Cuando digo igualdad, justicia, estoy diciendo equilibrio y complemento perfecto.
Yo se que dejar que las fuerzas fluyan es positivo y hay una tendencia a que todo se acomode. Admiro a las personas o seres que pueden observar la realidad, abstraerse y pensar en frio.
Pero soy de los otros, soy de hacer, no me alcanza con ver el desequilibrio, necesito mover algo para cambiarlo, necesito ser protagonista, aunque sea denunciando o hablándolo en una mesa con amigos.
Creo que confrontar ideas produce nuevas ideas superadoras.
Creo en el hombre, en su bondad, en su capacidad para modificar las cosas, creo en la militancia en todos los aspectos de la vida.
Creo que el pensamiento si no está puesto en acción no tiene ningún sentido.
Creo que vos, sin saberlo, sos la más militante de todos. Sé que tus impulsos te llevan a lugares de los que después te cuesta mucho volver y desandar el camino. Te siento por ahí, chiquitita, esperando que el tiempo pase y todo vuelva a su sitio para comenzar nuevamente. Sé perfectamente donde estas porque también habito en esos desiertos.
Como buen guerrero amo los campos de batalla y soy un afortunado en no andar solo por esos lugares. Entre nubes de polvo y con enemigos acechando logro ver rostros amigos, que están del lado correcto, del lado nuestro, del de los que quieren el bien, del lado de las buenas personas.
Ahí, estas Vos, Raúl, tus Hijos. A veces los pierdo porque van más adelante guiados por otras visiones, otras vienen atrás o están ocultos, pero se los siente, se que están, siempre, siempre en las cosas importantes y del lado correcto, están.
Me hace bien que nos tengamos, aunque más no sea, un viernes cada tanto, disfruto, disfrutamos esos momentos plenamente.
Los quiero!!
Claudio
12/10/2010
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